El clamor del silencio

lunes, julio 24, 2006

Componiendo en el aire...

Las reuniones siempre son un buen lugar para recordar, para volver a pensar que uno tiene mucho que dar, compartir y hasta son una excelente ocasión para reflexionar...
El sábado pasado, me reuní con unos amigos y que puedo decir, hubo de todo...
Desde el descubrimiento del lado poético de aquella persona sin sentimientos, sensaciones de remordimiento, composiciones metafóricas al son de las palabras, confusión de la letra, ritmo y tono de canciones, evocación de sensibilidades humorísticas al más puro estilo de cómico de carpa...
Empezamos con un trago agrio, confundiéndolo con el sabor amargo contenido en el paladar; después empezo la irreverencia que provocó la liberación de ese grito de auxilio dentro del cuerpo, y entonces se sancionó con un extásis de risa, algarabia y júbilo arraigado...
Pero, al final de cuentas, fue genial...
Darse cuenta de errores y reflexionar en un momento de risa irónica, cruzada con susurros de la conciencia que llaman a la conversión...
Reírse de frases sencillas, que le cambian el sentido a una canción de época; mímicas y señas, gestos y apreciaciones que le dan un sabor diferente a la paráfrasis de los sentidos; sonreir ofuscado por esa pequeña dosis de élixir etílico y al final terminar jugando como niños pequeños en busca de esa fuente que nunca se fue y que sigue oculta, en algún lugar de ese laberinto llamado memoria...
En pocas palabras, la vida es genial y con los amigos es mejor aún, gracias por todo...

"Au revoir"