El clamor del silencio

martes, septiembre 12, 2006

El cristal roto...

El ruido se colaba por una triste rendija de un cristal, me imagino que alguien sin mucho oficio ni beneficio hizo ese orificio...
Además del molesto murmullo citadino, se filtraba ese vientecillo matutino que hiela hasta la médula y congela los músculos; pero que se puede hacer, uno tiene que lidiar con eso todos los días hasta que el cristal sea cambiado o de plano poner un parche temporal que disminuya los efectos del mismo...
Un día en la noche tome la firme decisión de quedarme despierto para ver la luna a través de ese pequeño hueco del cristal...
La luna se veía tan hermosa, tan clara y tan brillante que llegue a pensar que flotaba en mi habitación; pero otra vez el frío quisquilloso y molesto me hizo regresar a mi realidad...
Al día siguiente decidí cambiar el cristal y la óptica fue diferente, ya no se apreciaba la luna como antes, pero ya podía dormir tranquilo...

"Au revoir"